"El infierno está lleno de buenas intenciones" debe pensar el Cristo de la pintura Ecce Homo que adorna los muros de la iglesia del Santuario de la Misericordia en Borja, España. Al querer mejorar el estado en el que se encontraba la obra, una mujer terminó haciendo la peor restauración de la historia. Una "chapuza", según el diario el Heraldo de Aragón.
El concejal de Cultura de Borja, Juan María de Ojeda, contó al diario El País que la autora del desastre fue una vecina de unos ochenta años que actuó "sin pedir permiso a nadie", aunque "con buena intención".
Cuando se dio cuenta de que "se le había ido de las manos" con el mural del siglo XIX del artista Elías García Martínez, la anciana confesó a las autoridades locales el daño que había causado
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